March 28, 2013

Verguenza ajena en Washington

Verguenza ajena en Washington

 Artículo publicado en El Nuevo Día.

El diminuto grito de las decenas de estadistas que se juntaron frente a la Casa Blanca el sábado, 2 de marzo, exigiendo la estadidad parecía extraído de un acto del teatro del absurdo de Ionesco.

La primera pregunta que se hacen los estadounidenses es: si es cierto que la mayoría de los puertorriqueños están exigiendo la anexión a su nación, ¿por qué sólo unas decenas se convocaron frente a la Casa Blanca?  

Si la excusa es la baja temperatura, ¿por qué el expresidente de la Cámara de Representantes, José Aponte, hizo la convocación en pleno invierno? 

El grupo le gritaba por altoparlantes al presidente Obama que ejerciera su liderato para conseguir la estadidad que los puertorriqueños reclamaban.  Al grupo se le olvidó que no es el presidente quien tiene poderes plenarios sobre Puerto Rico, sino el Congreso. 

Ya otros presidentes como Gerald Ford, Ronald Reagan y George H.W. Bush, contrario a Obama, anunciaron su respaldo a la estadidad sin consecuencia alguna.

El grupo sabía muy bien que la mayoría de los que votaron en las elecciones rechazaron la estadidad; peor aún, que cerca de un millón de electores, casi una tercera parte de quienes podían votar, ni siquiera fueron a votar.

Más aún, el grupo sabía que si bien el gobierno de Fortuño logró que los principales medios comunicaran irresponsablemente la noticia engañosa de que la mayoría de los puertorriqueños clamaban por la estadidad, el gobierno permanente de la metrópolis y el Congreso habían hecho con frialdad su propio análisis de los números. 

Ellos saben muy bien que el supuesto clamor por la estadidad de la mayoría de los puertorriqueños no existe.

 

Los estadistas en la protesta se sometieron a preguntas de Al Madrigal, corresponsal del programa televisivo “The Daily Show with Jon Stewart” (http://www.thedailyshow.com/watch/wed-march-6-2013/the-51st-state).  El programa alcanza una audiencia extraordinaria. Dentro del género de comedia se mofan de eventos y personas.

Las decenas de estadistas se constituyeron un grupo perfecto para sus fines.

Al Madrigal comienza su exposición resaltando la crisis e ingobernabilidad de Estados Unidos y se encuentra con un grupo de manifestantes frente a la Casa Blanca sobre quienes presume que protestan contra el Gobierno.

Para su sorpresa, descubre que son puertorriqueños estadistas clamando por la unión con ese país ingobernable.  

Los argumentos utilizados para respaldar la estadidad fueron indignantes para cualquier puertorriqueño que se respete a sí mismo.  ¡Vergüenza ajena!

Una mujer, para justificar la estadidad, expresó que es Estados Unidos el que necesita a Puerto Rico para que le aporte jugadores de béisbol  y ron.

El periodista se burló de Miriam Ramírez dramatizando su desconocimiento del mecanismo de “fillibuster” que utiliza el Senado para paralizar cualquier proyecto de ley porque un solo senador se oponga. 

Fue un mensaje subliminal para que los estadistas entiendan que necesitan el respaldo de los cien senadores para lograr la estadidad.

Madrigal  le comentó a otra participante que si Puerto Rico fuera un estado no podrían celebrar el “Puerto Rico Day Parade” porque los otros estados de la unión no realizan este tipo de evento.

 Con inglés sin acento, la señora refutó que si los puertorriqueños no tuvieran su parada, podrían “volverse salvajes, ya que los puertorriqueños son un poco locos”.

El emplazamiento al comisionado residente, Pedro Pierluisi, de que tenía lo “mejor de los dos mundos” por tener un buen sueldo, sin los problemas que tienen los otros congresistas, recibió del Comisionado la siguiente contestación: “Well…You know…”.

Finalmente, el portal reseña que Al Madrigal fracasó en convencer al puñado de manifestantes de que Puerto Rico está mejor sin ser un estado de la Unión. 

¿Alguien en su sano juicio puede pensar que esta minúscula demostración con los planteamientos  patéticos y bochornosos de los participantes  cambiaron la opinión de los millones de estadounidenses que rechazan un Puerto Rico estado 51?