Dec. 29, 2011

El año terrible del 2011

El año terrible del 2011

 Artículo publicado en El Nuevo Día.

Igual que los historiadores bautizaron el 1887 como el “Año Terrible” por los eventos trágicos que acontecieron en Puerto Rico esa fecha, podemos cualificar el 2011 como un digno sucesor del 1887. 

Veamos el escenario actual de siete reglones fundamentales en una sociedad:

  1. Seguridad. Hace unos años la preocupación de un padre era si su hijo regresaba a salvo en la noche; ahora un ciudadano sale en la mañana y no sabe si será víctima de una balacera a plena luz del día en una de las principales autopistas de San Juan. El mero hecho de que por primera vez se discuta si Puerto Rico es o no es un narcopaís es indicio del camino tenebroso en el que transitamos.
  2. Prosperidad. No puede existir prosperidad económica en un país en el cual se derrumba la banca comercial local, controlada por los federales, con capital limitado para prestar;  se desploma el valor de las propiedades; se desplaza a países soberanos la principal fuente de empleos bien renumerados; y se abandona al comerciante local ante la ola imparable de las megatiendas que generan empleos de baja paga, sin beneficios marginales, y cuyos fondos abandonan el país horas después de haber sido generados.
  3. Educación. La principal fuente de progreso para un país es el capital humano. La Universidad de Puerto Rico, que por varias generaciones  ha sido el principal generador de este capital, se desmantela paulatinamente.  El sistema educativo primario y secundario, el cual utiliza como modelo el fallido sistema de los Estados Unidos (#14 en el mundo según OECD), tampoco ha recibido la prioridad del Gobierno.  El hecho de que el Gobernador y el Senado hayan aprobado cuatro Secretarios de Educación en tres años evidencia el caos en dicha gestión, además de una carencia de principios de buena administración pública (o privada).
  4. Equidad y Justicia Social. Se abre la brecha entre ricos y pobres. Las transferencias federales y la economía subterránea, con fuerte presencia del narcotráfico, logran que las demostraciones de indignados se sustituyan por avalanchas de consumidores el “Viernes Negro”.  Se está perdiendo aceleradamente la ética moral y de trabajo.  Una bala vale más que una vida. La tarjeta navideña del leopardo devorando a una indefensa gacela es una estampa atinada para una sociedad en decadencia.
  5. Salud. Puerto Rico asume el modelo de Estados Unidos, considerado uno de los más inefectivos y catalogado #37 en el mundo por la WHO. La desatinada privatización de los CDT, la tarjetita de salud y Mi Salud son testimonios de la incapacidad de los gobernantes para proveer un sistema de salud digno para un pueblo.
  6. La Conservación de la Naturaleza. Es responsabilidad de todos los ciudadanos proteger nuestro principal patrimonio para las futuras generaciones. Sin naturaleza no hay vida. Durante este año se incrementaron iniciativas como el gasoducto, la destrucción de la zona del karzo y de corredores ecológicos,  y el respaldo a desarrolladores obsesionados con destruir nuestros santuarios naturales en Culebra y Vieques.
  7. La dignidad de un pueblo. La resignación de los dos partidos políticos a gobernar la colonia ilustra la mentalidad colonizada del país.  Uno justifica lo injustificable y el otro pretende culminar la colonización mediante la anexión de una nación dentro de otra. Gobernantes que no se respetan a sí mismos y cuyas estrategias son las mismas fracasadas del pasado están incapacitados para crear un nuevo país para las futuras generaciones.

Peor que el estado de estos siete fundamentos es la negación. 

En España e Italia, países sumergidos en una  crisis económica severa pero con una calidad de vida superior a la de Puerto Rico, sus principales ciudades implementan una disminución marcada en sus adornos navideños iluminados.

En San Juan, a las iluminaciones navideñas fastuosas solo les falta un letrero iluminado en la entrada del Viejo San Juan que diga: ¿Qué crisis?