Aug. 25, 2011

El Paralelo 38 y el Estado Libre Asociado

El Paralelo 38 y el Estado Libre Asociado

Artículo publicado en El Nuevo Día.

El Paralelo 38 en la península de Corea y el Estado Libre Asociado tienen una similitud: ambos son reliquias de la Guerra Fría.

El Paralelo 38 en la península de Corea es la línea divisoria entre Corea del Norte (comunista) y Corea del Sur (capitalista).  T

Terminada la Segunda Guerra Mundial en 1945, Japón pierde su colonia coreana desde 1910 y los soviéticos y estadounidenses dividen forzosamente el país en dos estados.

La división llevó a un conflicto bélico. En 1950 Corea del Norte invadió Corea del Sur, y consiguió dominar Seúl y prácticamente todo Corea del Sur. 

La Guerra de Corea convirtió la Guerra Fría en una “caliente” y extendió su perímetro de Europa al continente asiático.

Sobre 60,000 puertorriqueños participaron en la guerra, de los cuales 764 murieron.  La participación de los soldados boricuas fue digna y valiente.

Sin embargo, la eliminación arbitraria del Regimiento de la 65 de Infantería, las injustas cortes marciales a soldados puertorriqueños y la participación del abogado de Puerto Rico, Abe Fortas, y el Gobierno de Muñoz Marín en dicho proceso, constituyen un capítulo poco honroso para los gobiernos de Puerto Rico y Estados Unidos.

Tropas chinas con masivo apoyo militar soviético lograron que Corea del Norte pudiera detener la avanzada de las tropas de las Naciones Unidas bajo el liderato del legendario general Douglas MacArthur. 

Para el armisticio negociado en 1953, ambos bandos regresaron al Paralelo 38 y   establecieron una Zona Desmilitarizada (DMZ).  Esta, diseñada para la contención militar, es hostil y despoblada.  Mide 4 kilómetros de ancho y 238 de longitud.

En medio de esta zona se encuentra Panmunjom, lugar donde firmaron el armisticio (todavía no se ha firmado un tratado de paz).

La zona está muy regulada, en ella está prohibido fotografiar y experimenta un alto nivel de tensión.  Visitarla es penetrar una escena de la Guerra Fría.

La zona está administrada por soldados de las Naciones Unidas, Corea del Norte y Corea del Sur, separados entre sí por unos metros, y quienes con miradas fijas se observan mutuamente como si en cualquier momento pudiera reanudarse el conflicto.

Es como entrar a una cápsula del tiempo.  Contrario al Museo Checkpoint Charlie en Berlín, el cual testimonia la división berlinesa durante la Guerra Fría, Panmunjom dramatiza la realidad del pasado convertida en presente, aunque la Guerra Fría terminó, la Unión Soviética ya no existe y China es la dueña de la mayor parte de la deuda pública de Estados Unidos.

Esta reliquia asiática de la Guerra Fría se parece al status actual de Puerto Rico, congelado en la década del cincuenta. 

La Marina de Guerra de Estados Unidos fomentó el Estado Libre Asociado como parte de una estrategia militar de la Guerra Fría y para aparentar que Estados Unidos cumplía con el Tratado del Atlántico, que requería la descolonización y ante lo cual, era inaceptable mantener una colonia clásica como Puerto Rico.

El gobierno del Partido Popular Democrático maximizó la nueva variación colonial y alcanzó un desarrollo económico y social extraordinario, pero a costa de generar un alto grado de dependencia de la metrópoli.

La diferencia entre Corea y Puerto Rico es que el primero sabe que su destino final es la unificación de sus dos estados, como ocurrió en Alemania y Vietnam.

Ya tiene en la zona desmilitarizada una moderna estación de trenes, Dorasan, lista para conectar los dos países, una vez China y Estados Unidos decidan ponerle fin al conflicto.

En el caso de Puerto Rico, debido a que no es prioridad para la metrópolis, nos limitamos a fantasear con un supuesto pacto cuya existencia el Congreso y la Casa Blanca ignoran y una estadidad que la otra parte no desea. 

Mientras tanto, el país continúa en una caída libre, controlado por dos partidos políticos cuyo norte es el botín electoral.