Jan. 25, 2018

La diáspora heterogénea

La diáspora heterogénea

 Artículo publicado en El Nuevo Día.

En Puerto Rico muchos se refieren erróneamente  a la diáspora como si fuera un grupo  homogéneo.  La diáspora, según la Real Academia Española, se define como la  dispersión de grupos humanos que abandonan su lugar de origen.

Desde la invasión estadounidense en 1898 estos grupos humanos han sido diversos y motivados por múltiples circunstancias.

La primera emigración a principios del siglo XX fue hacia Hawái, efectuada por ciudadanos pobres engañados por las grandes corporaciones estadounidenses del azúcar. 

Posteriormente, un grupo de empresarios del algodón, en busca de obreros hispanoparlantes, cristianos y ciudadanos estadounidenses, engañaron a puertorriqueños para que emigraran a Arizona. Estos acabaron sublevándose en lo que se conoce como la  Rebelión del 1926.

En las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, se registró la emigración masiva de trabajadores no diestros, principalmente al noreste de Estados Unidos.  Fue promovida  por el gobierno del Partido Popular Democrático. 

Se produjeron emigraciones aisladas como la de ciudadanos de Jayuya que luego de que Blanca Canales declarara en la plaza de ese pueblo la República de Puerto Rico durante la Revolución de 1950,  sufrieron una emigración forzosa  a Chicago. 

Finalmente, nos topamos con la Gran Emigración vivida en el siglo XXI cuya primera ola comenzó con la Depresión Económica a partir de 2008 y escaló vertiginosamente en 2017 poshuracanes Irma y María a un nivel nunca antes alcanzado.   Esta histórica emigración, la cual todavía está en proceso, arropa a todas las regiones, y estratas socioeconómicas y generacionales del país.

 Es resultado del impotente status colonial complementado con la indiferencia de la metrópoli y la incapacidad de la clase gobernante y política local.

La diáspora boricua no es  homogénea.  Los puertorriqueños que emigran a Florida y Texas en el siglo XXI no son los mismos que emigraron a mediados del siglo XX al noreste en busca de oficios agrícolas.

En la ciudad de Nueva York, los puertorriqueños tampoco son homogéneos.  La urbe neoyorquina está integrada por cinco minimunicipios-distritos (Brooklyn, Queens, Manhattan, Bronx y Staten Island) que tienen sus propias dinámicas y prioridades con un total de veintisiete congresistas.

Nydia Velázquez, una de las congresistas de Brooklyn, principal distrito de Nueva York , es elegida en su mayoría por electores  no hispanos.  La congresista Velázquez a través de un cuarto de siglo en el Congreso ha sido consistentemente  la gran defensora  de los intereses de Puerto Rico.

Más aún, se encuentra en una excelente posición para ayudar a la descolonización de Puerto Rico ante la posibilidad de que los Demócratas recuperen el control del Congreso en 2018.

El mundo político en Nueva York es dramáticamente diferente al de Puerto Rico.  Sus integrantes se desenvuelven en tres escenarios complejos: el municipal, el estatal y las tres ramas del gobierno federal.

Debido a que los “stakes” de poder y económicos son tan altos, surgen luchas fratricidas y agendas diversas entre los propios puertorriqueños de la ciudad.  Un ejemplo reciente es la controversia suscitada dentro de la comunidad puertorriqueña por la participación de Oscar López en la Parada Puertorriqueña.

Los puertorriqueños de la diáspora se lamentan de que no entienden a los puertorriqueños de Puerto Rico, que conviven en su burbuja colonial.   Los puertorriqueños de Puerto Rico, que viven en un mundo donde son mayoría,   también deploran que no comprenden a la diáspora heterogénea que convive como minoría.

Para poder entenderse hay que comenzar aceptando que la diáspora no es homogénea, que su vivencia y su perspectiva son distintas a las de los puertorriqueños en Puerto Rico y que hay que identificar áreas de convergencia en las que la nación puertorriqueña puede alcanzar sinergia.