Aug. 30, 2012

Las encuestas y los cuatro referéndums

Las encuestas y los cuatro referéndums

Artículo publicado en El Nuevo Día.

No se debe concluir que las encuestas realizadas profesionalmente sean inservibles porque en algunas ocasiones los resultados finales no concuerden con sus proyecciones.

Las encuestas miden la opinión del entrevistado en un momento dado y su intención de tomar una acción determinada (ej., votar).

Pueden darse muchos factores que lleven a la persona a cambiar de opinión o acción.  Entre ellos está el concluir que su voto ya no es imprescindible debido a las proyecciones de la encuesta (factor “overconfidence”).

La encuesta no debe utilizarse como una Biblia, sino como una herramienta.

Los políticos que toman decisiones basadas exclusivamente en encuestas (o consultores políticos extranjeros)  terminan en “cementerios políticos” y/o olvidados por la historia.

Este año se celebró el cuarto referéndum desde 1991 para enmendar la Constitución de Puerto Rico.  Con excepción del celebrado en el 2005, en ninguno de los otros (1991, 1994,  y 2012) el electorado aprobó enmendar la constitución.  

En 1991 el gobierno de Rafael Hernández Colón convocó un referéndum para aprobar la ley de derechos democráticos.  De salir victoriosa, se convocaría un segundo referéndum para enmendar la constitución. 

El Partido Popular estableció una coalición con el Partido Independentista, el Partido Socialista y la Central Puertorriqueña de Trabajadores. Las encuestas  del Partido Popular  realizadas por Peter Hart reflejaban que el “Sí” ganaría.

Con una participación electoral de 1,246,663, el Partido Nuevo Progresista, bajo su nuevo líder Pedro Rosselló, triunfó con un 53% .  Fue la antesala de su victoria  en las elecciones  para la gobernación en 1992. 

La derrota del “Sí” fue atribuida a un rechazo del electorado al gobierno del Partido Popular.

En 1994 el gobierno de Pedro Rosselló convocó un referéndum para revisar el derecho a la fianza y aumentar el número de jueces del Tribunal Supremo. 

Días antes del referéndum, las encuestas reflejaban que el “Sí” ganaría con más del 50%.

Con una participación de 1,330,055 electores, triunfó el “No” en siete de los ocho distritos senatoriales y con más del 50%. 

La fuerzas del “No” se componían del Partido Popular, presidido por Héctor Luis Acevedo, el Partido Independentista y fuerzas de la sociedad civil.

Sin embargo, los resultados de este referéndum no afectaron los comicios de 1996  en los que  Pedro Rosselló derrotó contundentemente a Héctor Luis Acevedo.

En el 2004 el gobierno de Sila Calderón aprobó un referéndum que propuso una sola cámara legislativa. 

Este fue validado por el gobierno compartido de Aníbal Acevedo Vilá y se realizó en el 2005 con una escasa participación de 546,809 electores. 

Aunque el “Sí” ganó con un 84%, la inacción de la legislatura combinada con la negativa del Tribunal Supremo a intervenir dejó sin efecto el único referéndum reciente en el que el voto positivo triunfó.

En 2012 el gobierno de Luis Fortuño convocó un referéndum para cambiar el derecho a la fianza y reducir el tamaño de la legislatura.  A pesar de contar con encuestas favorables y recursos ilimitados, con una participación de 804,896 electores, el “Si” fue derrotado con más de un 50%  por la base del Partido Popular liderado por el ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá, alcaldes y legisladores, las nuevas fuerzas políticas inscritas y la sociedad civil. 

La escasa participación del partido proponente del referéndum fue fundamental para el triunfo del “No”.  

Si bien es cierto que la coalición del “No” distó mucho de la formada para que saliese la Marina de Vieques con la participación de los dos partidos políticos que cuentan con el 95% del electorado, las coaliciones han jugado un papel protagónico en los triunfos de los  últimos tres referéndums: 1994, 2005 y 2012.

 Los gobernantes deben aprender de los resultados de estos referéndums  que las enmiendas a la constitución no deben obedecer a objetivos partidistas, sino a los mejores intereses del país y su pueblo.