Modelos de calidad de vida

Artículo publicado en El Nuevo Día.
Los índices económicos posicionan a los países escandinavos como los que han logrado alcanzar la mejor calidad de vida en el mundo.
Estas naciones han podido armonizar el desarrollo económico con el bienestar social, lo cual les ha derivado los mejores índices de desarrollo humano.
El coeficiente Gini, generado por las Naciones Unidas para medir este último índice, representa el nivel de distribución de ingresos.
Mide cómo está distribuida la riqueza; es decir, qué tan equitativa está repartida la misma en una sociedad.
En el informe de 2012, Noruega figuró como el país con la menor desigualdad del mundo; Suecia, en la posición 4; Finlandia, en la 9 y Dinamarca, en la 17. Estados Unidos ocupó la posición 122 y Puerto Rico, la 146 de un total de 160 países.
Naciones Unidas considera alarmante un coeficiente de Gini superior a 0.40, porque refleja una polarización entre los ricos y los pobres. El coeficiente de Estados Unidos es de 0.469, y el de Puerto Rico, de 0.537.
Los índices de los países escandinavos demuestran que establecer programas de bienestar social es compatible con el desarrollo económico.
El Banco Mundial reveló (en 2013) que los países escandinavos estaban entre las quince economías que facilitaban hacer negocios: Dinamarca se situó en la posición 5; Noruega, en la 9; Finlandia, en la 12, y Suecia, en la 14.
En el informe del World Economic Forum (2013) sobre competitividad de los países, Finlandia ocupó el tercer lugar (Suiza, el 1, y Singapur, el 2); Suecia, el 6; Noruega, el 11, y Dinamarca, el 15.
Si bien el desarrollo económico de los países escandinavos ha sido formidable, sus avances sociales han devenido en modelos para el resto del mundo.
El sistema de salud pública constituye una parte importante del modelo escandinavo. Asegura servicios de salud de calidad independientemente de la situación económica de los ciudadanos.
Según el Informe PISA (2012), del programa internacional para evaluación de estudiantes, Finlandia tiene el mejor sistema educativo del mundo.
La clave de su éxito radica en una educación basada en la confianza, la transparencia, el respeto y en enseñar a pensar en lugar de memorizar. “Los políticos, los pedagogos, los empresarios, los estudiantes…
Todos saben que la educación es el principal recurso del país para competir en el mercado internacional y para construir una ciudadanía cívica”, dice Tony Wagner en “The Finland Phenomenon: Inside the World’s Surprising School System”.
En Finlandia el equipo de maestros, psicólogos y trabajadores sociales preparan a los jóvenes para la vida.
Enfatizan en los programas preventivos en lugar de en los reactivos. Con su modelo los países escandinavos también gozan de los índices menores de criminalidad, desigualdad de género, marginalidad y corrupción.
Han podido alcanzar los índices más altos en innovación y competitividad como resultado de un fuerte desarrollo institucional con gobiernos transparentes, corrupción casi inexistente, fuerte inversión en investigación y altos impuestos que retornan a los ciudadanos en educación, protección a la familia, salud gratuita de alta calidad y subsidios a la vivienda para los ciudadanos de menores ingresos.
El modelo económico y social de los países escandinavos se ha convertido en un ejemplo para todos los países del mundo, incluso para el propio Estados Unidos.
El interés que ha despertado el tema de la desigualdad entre los estadounidenses lo dramatiza la popularidad del libro de Thomas Piketty, “El Capital en el siglo XXI”.
Si bien es cierto que el modelo de los países escandinavos surge en un entorno cultural y social diferente al de Puerto Rico, también es cierto que se ha valido de medidas que son adaptables a nuestro país, como convertir el gobierno en un organismo eficiente y responsivo a los ciudadanos, crear un balance entre el desarrollo económico y la justicia social, y hacer énfasis en lo preventivo en lugar de en lo reactivo.