Rodeados de agua, pero sin agua

Artículo publicado en El Nuevo Día.
Aunque vivimos rodeados de agua, sólo cuando ocurre una sequía es que valoramos este recurso; una vez termina esta escasez, regresamos al patrón cotidiano hasta que surge la próxima sequía. Igual que para nuestro desarrollo económico, carecemos de un plan maestro para evitar la crisis de escasez de agua, que continuará complicándose con el cambio climático.
El agua es uno de los principales factores que permiten la vida. Es el líquido más importante de nuestro planeta el cual cubre tres cuartas partes de su superficie total. Sin agua, no puede haber alimentación y moriríamos de sed.
Durante la última década, el crecimiento por la demanda de agua en el planeta es el doble que el crecimiento poblacional. De continuar este aumento en el uso de agua, se estima que para el 2025 dos de cada tres personas confrontarán serios problemas causados por la escasez del preciado líquido.
El Foro Económico Mundial calcula que para el 2030 habrá una demanda de un 40% más alta, que el planeta no podrá satisfacer.
El mal uso que los seres humanos han hecho del agua está ocasionando un desequilibrio en la Naturaleza. Sólo el 2.53% del agua es dulce; el resto es salada. De ésta, dos tercios forman glaciares y capas de hielo polar. Del resto, la mayor parte está atrapada en el suelo o en acuíferos subterráneos.
La pequeña ciudad-estado de Singapur representa nuevamente un modelo para Puerto Rico. La clave de su éxito es el liderato político visionario y no necesariamente su sistema político. Existen países exitosos y fracasados, tanto con gobiernos democráticos como con gobiernos totalitarios.
La isla de Singapur tiene una población creciente de 4,700,000 y es 14 veces más pequeña que Puerto Rico. Una de sus estrategias es el reciclaje de las aguas residuales a gran escala. Satisface una tercera parte del consumo en la isla.
Existen también reservas de captación de agua de lluvia distribuidas por toda su superficie. Khoo Teng Chye, el principal oficial ejecutivo de PUB, la agencia nacional de agua, comenta: “Vivimos en una isla rodeada de agua y creo que, como muchas otras ciudades costeras en el mundo, la clave está en el agua del mar”. El 10% del agua potable que se consume en la isla proviene del mar.
Hace una década Singapur recibía 6 propuestas para construir plantas desalinizadoras. Actualmente recibe de 10 a 20 proyectos anuales. Según los expertos, debido a la reutilización del agua de lluvia, el reciclaje de las aguas residuales y la desalinización del agua de mar, el suministro hídrico para los próximos 100 años está casi asegurado.
Las empresas españolas se han convertido en líderes mundiales de la desalinización. España es el país pionero en Europa en construir desalinizadoras. Es el cuarto país del mundo en capacidad de desalación instalada, con unos 3 millones de metros cúbicos diarios.
Las empresas españolas ahora construyen las desalinizadoras más grandes del mundo en los cinco continentes, desde Egipto hasta California, desde Chile hasta Australia.
La empresa española Ecoagua ha ganado premios por su desalinizadora de Londres, contratada por Thames Water, que abastece a un millón de londinenses.
Según el Worldwide Desalting Plant Inventory, la capacidad de desalinización mundial aumentó un 64% entre 2007 y 2012. El Global Water Intelligence estima que el 1% de la población mundial que actualmente consume agua desalada, aumentará un 25% en el 2025.
La eficiencia conseguida con avances tecnológicos ha permitido reducir los costos altos del proceso de desalinización. Hace cuatro décadas hacían falta 40 kilovatios para producir un metro cúbico de agua; ahora se logra con 3.5.
Puerto Rico debe evaluar la estrategia de Singapur e insertarse en la tendencia mundial de desalinización, y de esta forma proteger a nuestras futuras generaciones de la escasez de agua y de sequías.
Un proyecto visionario e inspirador para nuestros ingenieros talentosos en el Recinto de Mayagüez de la UPR.