Tres caribeños: Hamilton, Power y Arizmendi

Artículo publicado en El Nuevo Día.
Alexander Hamilton, Ramón Power y Giralt, y Juan Alejo Arizmendi nacieron en el Caribe del siglo 18, fueron patriotas, realizaron contribuciones notables y lucharon por la descolonización de sus respectivas naciones.
Los tres vivieron en colonias y resintieron el poder omnímodo de sus metrópolis monárquicas: Hamilton, del Reino Unido, y Power y Arizmendi, del reino de España.
Hamilton nació en 1757 en la isla de Nevis, Power en 1775 y Arizmendi en 1760, ambos en San Juan. Los tres eran hijos de europeos: Hamilton, de ascendencia escocesa, británica y francesa; Power, de irlandesa y francesa; y Arizmendi, de vasca.
Todos abandonaron sus hogares a temprana edad para continuar sus estudios. Hamilton partió del Caribe hacia Nueva York a los 17 años y al año comenzó sus estudios en Kings College (hoy Columbia University). Power fue enviado a Bilbao a los 13 años para continuar sus estudios. Arizmendi se trasladó a los 18 años a Caracas, donde estudió en el Seminario Santa Rosa de Lima y en la Real y Pontificia Universidad de Venezuela.
Los tres eran jóvenes privilegiados que disponían de medios económicos, o parientes y amigos con recursos, para proceder con su formación académica en un siglo 18 en el que la mayoría de las personas carecían de recursos y desde temprana edad tenían que ingresar a la fuerza trabajadora para subsistir.
Tanto Hamilton como Power se alistaron en las milicias. En 1775, junto a otros estudiantes de Kings College, Hamilton se unió a una compañía de milicia voluntaria de Nueva York llamada “los corsos”. Cuando Kings College cerró sus puertas durante la ocupación británica de Nueva York, Hamilton se activó en la milicia participando en 1776 en la Batalla de White Plains y en 1777 en la Batalla de Princeton. Luego sirvió como ayudante de campo del general George Washington con el rango de teniente coronel. Posteriormente recibió el mando de tres batallones que lucharon en las decisivas batallas en Yorktown.
Tras graduarse de sus estudios de Ciencias Navales, Power fue nombrado teniente en la Armada Española y luego ascendido al rango de capitán de fragata. Combatió a corsarios ingleses en el Caribe. A raíz de la ocupación napoleónica de Francia en 1808, bloqueó la ciudad de Santo Domingo para rescatarla de los franceses que ocupaban la parte española de la isla. Paralelamente, se libraba la Batalla de Palo Hincado, en la cual se consiguió la rendición de las tropas francesas y la recuperación de La Española.
Concluidos sus estudios, en 1784 Juan Alejo de Arizmendi se ordenó presbítero en Santo Domingo. A su regreso a Puerto Rico en 1792, el obispo de Puerto Rico lo nombró provisor y vicario general con responsabilidades administrativas y jurídicas. Finalmente, en 1803 el rey Carlos IV y el papa Pío VII lo convirtieron en el primer obispo puertorriqueño.
Hamilton y Power (con el apoyo de Arizmendi) trabajaron en instituciones gubernamentales en momentos críticos de su historia. Hamilton participó en el Congreso de la Confederación en 1782, y en la legislatura del Estado de Nueva York en 1787 siendo elegido por ese cuerpo a la Convención Constituyente. Fue una de las figuras cimeras de la Convención.
En 1810, Power fue elegido por los cinco cabildos representante de Puerto Rico ante la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino y, posteriormente, ante las Cortes de Cádiz, donde se exilaba el gobierno español de la ocupación napoleónica. Allá fue elegido vicepresidente de la Corte. El obispo Arizmendi fue su aliado, entregándole su anillo episcopal para que nunca olvidara los compromisos con sus compatriotas. Ambos eran resentidos por el capitán general español en Puerto Rico, quien veía su poder y acceso disminuirse.
Hamilton fue el primer secretario del Tesoro de la primera república del mundo mientras Power lograba que se estableciera la Intendencia de Hacienda de Puerto Rico separada de la intendencia de la Capitanía General, vínculo que impedía promover la riqueza pública.
Hamilton, Power y Arizmendi poseían una perspectiva administrativa y promovieron el desarrollo económico del país.
Hamilton y Power murieron inesperadamente, a destiempo y fuera de la tierra donde nacieron. Hamilton falleció a los 47 años como consecuencia de un duelo con Aaron Burr, y Power falleció en Cádiz a los 37 años, de la epidemia de fiebre amarilla. Arizmendi los sobrevivió falleciendo a los 53 años en su tierra natal.
Los tres lucharon por la descolonización de sus países. Solamente Hamilton la logró, inmortalizándose como uno de los padres fundadores de su país.