April 30, 2015

Un visionario y un modelo ignorado

Un visionario y un modelo ignorado

Artículo publicado en El Nuevo Día.

El pasado mes de marzo, mientras las primeras planas de los rotativos alrededor del mundo cubrían la noticia del fallecimiento de a uno de los gigantes del siglo XX y fundador de Singapur, Lee Kuan Yew, la noticia era prácticamente ignorada en nuestra isla del encanto.   

Las noticias importantes en Puerto Rico eran los nuevos impuestos, la quiebra del país y la apertura de un lujoso centro comercial.

Luego de terminada la Segunda Guerra Mundial, Singapur-Malasia fueron independizados por Gran Bretaña, a pesar que la población favorecía mantener la relación colonial con la metrópoli.

Finalmente en 1965 Singapur se separa de Malasia y con sus poderes soberanos convierten un país pobre del tercer mundo en una de las potencias mundiales.

Aunque en los inicios del gobierno de Lee Kuan Yew se utilizó a Puerto Rico como modelo, actualmente los países no podrían estar en polos más distantes.

Singapur es una isla sin recursos naturales, la mitad del tamaño de Puerto Rico, con una población de sobre 5,000,0000 de habitantes.

Mientras la población de Singapur crece en un 1.92% anualmente, la de Puerto Rico se disminuye en un 0.65% (2014 CIA World Fact Book).

Lee Kuan Yew nos enseñó que nada era imposible cuando se tiene visión, disciplina y transparencia.

Singapur ocupa la séptima posición mundial en ingreso per capita (“GDP Per Capita) con $81,300 (2014) versus el de Puerto Rico de $16,300  (2010) ocupando la posición número 97 en el CIA World Fact Book.  

Mientras la economía de Singapur crece en un 3% en el 2014, la de Puerto Rico se reduce en un  5.8% en 2010.

A pesar de carecer de la belleza natural de Puerto Rico, Singapur tiene el segundo puerto más visitado en el mundo, una de las mejores líneas aéreas y 15 millones de turistas al año. Es uno de los principales centros de convenciones del mundo.

Su modelo no solo consiste en lograr un desarrollo económico espectacular sino alcanzar altos índices  mundiales en la educación, sanidad,  competitividad y niveles inexistentes en criminalidad.

Su sistema de salud no solamente es uno de la más alta calidad y eficiencia sino que  en 2013 la inversión del Estado por habitante fue de $2,507.  En Puerto Rico, con un deteriorado e ineficiente sistema de salud, el Estado invirtió $3,302 por habitante.

Una de sus prioridades de la isla-Estado fue crear un país verde, convirtiendo los techos de los edificios en parques pasivos.   Otra prioridad es mantener el país limpio y ofrecerle acceso a viviendas a todos los ciudadanos.

Sus servidores públicos son protagonistas importantes del modelo exitoso, siendo profesionales bien remunerados e intolerantes a la corrupción.

En la década de los setenta, mientras Singapur se insertaba en el  mundo de la biotecnología e invertía en la infraestructura, Puerto Rico se insertaba en los planes de cupones de alimento, aumentando la dependencia y el endeudamiento.

Algunas personas descartan el modelo de Singapur alegando que Puerto Rico no es un país asiático.  Ningún modelo se puede copiar de otro, pero si se pueden adaptar e implementar estrategias efectivas, como lo hizo Singapur del modelo inicialmente exitosos de Puerto Rico.

El liderato y la visión de Lee Kuan Yew fueron factores indispensables para el éxito alcanzado por Singapur.  Él no era liberal ni conservador sino pragmático.  En ocasiones era acusado de autoritario.  Al igual que en Estados Unidos, China y Cuba, ellos imponen actos “barbarie” como el de la pena de muerte.

Lee Kuan Yew murió convencido que mientras Singapur continúe atrayendo talento, garantizando la seguridad y manteniendo un sistema abierto, justo y equitativo, el país continuará progresando.

Desgraciadamente, el factor Lee Kuan Yew no podría darse en Puerto Rico ya que no contaría con los poderes soberanos actualmente desplazados a congresistas ajenos e indiferentes a la realidad de la nación puertorriqueña.